martes, 23 de noviembre de 2010

Da click aquí para ir a la Biblioteca virtual realizada con motivo del Bicentenario y el Centenario

Me parece digno de reconocer y difundir el acervo en PDF logrado por el Gobierno Federal con motivo de la celebración del Bicentenario y el Centenario.

Recomiendo ampliamente que visiten la Biblioteca con una buen taza de café y muchas horas de disposición para leer y releer nuestra historia mexicana.

martes, 9 de noviembre de 2010

Tercer Congreso Nacional de Formación Jurídica (a)



Jorge Alberto González Galván.



Acaba de celebrarse en la ciudad de Jalapa el Congreso bianual sobre Formación Jurídica Agustín Pérez Carrillo. Mis diez minutos asignados para exponer mi ponencia los utilicé para proponer a los estudiantes de Derecho que colmaron la sala anotar las siguientes preguntas: 1. ¿Qué me gustó de las exposiciones del Congreso? 2. ¿Qué no me gustó de las exposiciones del Congreso? 3. ¿Qué propongo para que las exposiciones del próximo Congreso mejoren? 4. ¿Qué me gusta de mis clases? 5. ¿Qué no me gusta de mis clases? Y 6. ¿Qué propongo para que mis clases mejoren?

 
1. Lo que me gustó de las exposiciones del Congreso fue que participaron estudiantes, como Carmen Rivera de Hidalgo, quien propuso la creación de un organismo de Acreditación y Certificación de los Profesores de las Universidades. O sea, una especie de CENEVAL para profesores. Me parece que la propuesta debe considerar la creación también de un organismo que forme a los formadores, ya que a falta de ello los profesores de educación media superior y de las universidades ejercemos un oficio sin licencia pedagógica, es decir, somos profesores piratas. Cumplidos la formación y la acreditación en los organismos correspondientes, se deberá profesionalizar la enseñanza en dichos niveles contratándolos de tiempo completo, sean instituciones públicas o privadas.

2. Lo que no me gustó de las exposiciones fue que no hubo la posibilidad de hacer preguntas a los ponentes, perdiéndose la oportunidad de retroalimentar los trabajos y aclarar dudas. Aunque la posibilidad de entablar dicho diálogo está abierta a través de internet.

3. Propongo para el próximo Congreso que haya más participación de alumnos y que haya periodos de preguntas y respuestas al final de las exposiciones.

4. Lo que me gusta de mis clases es que el alumno se sienta cómodo, relajado, motivado, participativo.

5. Lo que no me gusta de mis clases es que a veces soy muy rígido, inflexible, estricto, en las actividades que propongo y en la evaluación de los trabajos. Tengo fama de barco, pero como ven quisiera serlo más.

6. Propongo para que mis clases mejoren realizar actividades que estén relacionadas con el arte, deporte y gastronomía, como dibujar, pintar, esculpir, cantar, danzar, actuar, declamar, cocinar, hacer poemas, cuentos, novelas, tai chi, yoga. Es decir, practicar y desarrollar la inteligencia emocional.

También me gustaría cuando los alumnos quieran saber algo que yo no sé invitar a los que saben sean profesores de otras materias de derecho, de las ciencias sociales o naturales. Es decir, practicar y desarrollar la inteligencia interdisciplinaria. Y por último incorporar actividades fuera del salón de clases como visitas a las comunidades indígenas para aprender de sus sistemas jurídicos: qué autoridades tienen, cómo las eligen, cómo aplican las normas. Es decir, practicar y desarrollar la inteligencia intercultural.

Una sociedad democrática, o que aspira a serlo, es por definición dinámica. Por ello, la construcción de un Estado de Derecho democrático necesita de profesionales que sean el producto de una formación dinámica donde aprenden a ser actores y no mero espectadores de lo que piensan y sienten. El salón de clases debe ser el Taller, el Laboratorio, donde profesores y alumnos se ponen al servicio de su propia creatividad a través de un diálogo donde el respeto es absoluto, la tolerancia es absoluta, la confianza es absoluta y donde se cumplen absolutamente los acuerdos. Si esta democracia interpersonal, interdisciplinaria e intercultural se practica en nuestra clase, aspiraremos a que la democracia económica, cultural, social y política, se practique en nuestra sociedad.

(Artículo enviado para su publicación a la revista electrónica “Hechos y Derechos).

lunes, 16 de agosto de 2010

Reflexiones sobre las declaraciones de FCH en torno a la impartición de justicia

He estado siguiendo muy de cerca todas y cada una de las declaraciones de Presidente Felipe Calderón HInojosa en torno a su llamado a cerra filas en contra de la delincuencia y el crimen organizado que emprendió al inicio de su sexenio y no comparto el señalamiento que hace en contra de las autoridades judiciales, pues las mismas, trabajan con las herramientas provenientes del Legislativo y observan los tratados internacionales firmados por el Ejecutivo; por tanto, ¿Cómo puede hacerse un hoyo a China con una cucharita de plástico o con un popote? El Poder Judicial es el más desprotegido para combatir a la delincuencia con herramientas llenas de antinomias y beneficios a ultranza en favor de los acusados, manteniendo el corte de desprotección hacia la víctima. Señor Presidente, le recuerdo que la investigación y persecusión de os delitos, para que el Poder Judicial pueda juzgar, corre a cargo de una entidad que depende del Ejecutivo: Procuraduría General de Justicia, ojalá se deje de reformar orgánicamente y administrativamente y se fortalezca la tarea de la investigación.

Cultura Institucional?

http://www.youtube.com/watch?v=e2HRBVtyBTw

miércoles, 28 de julio de 2010

EL HADA Y LA SOMBRA, por Samantha Martínez (411)

Hace mucho, mucho tiempo, antes de que los hombres y sus ciudades llenaran la tierra, antes incluso de que muchas cosas tuvieran un nombre, existía un lugar misterioso custodiado por el hada del lago. Justa y generosa, todos sus vasallos siempre estaban dispuestos a servirle. Y cuando unos malvados seres amenazaron el lago y sus bosques, muchos se unieron al hada cuando les pidió que la acompañaran en un peligroso viaje a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de la Piedra de Cristal, la única salvación posible para todos.


El hada advirtió de los peligros y dificultades, de lo difícil que sería aguantar todo el viaje, pero ninguno se asustó. Todos prometieron acompañarla hasta donde hiciera falta, y aquel mismo día, el hada y sus 50 más leales vasallos comenzaron el viaje. El camino fue aún más terrible y duro que lo había anunciado el hada. Se enfrentaron a bestias terribles, caminaron día y noche y vagaron perdidos por el desierto sufriendo el hambre y la sed. Ante tantas adversidades muchos se desanimaron y terminaron por abandonar el viaje a medio camino, hasta que sólo quedó uno, llamado Sombra. No era el más valiente, ni el mejor luchador, ni siquiera el más listo o divertido, pero continuó junto al hada hasta el final. Cuando ésta le preguntaba que por qué no abandonaba como los demás, Sombra respondía siempre lo mismo "Os dije que os acompañaría a pesar de las dificultades, y éso es lo que hago. No voy a dar media vuelta sólo porque haya sido verdad que iba a ser duro".

Gracias a su leal Sombra pudo el hada por fin encontrar la Piedra de Cristal, pero el monstruoso Guardián de la piedra no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, en un último gesto de lealtad, se ofreció a cambio de la piedra quedándose al servicio del Guardián por el resto de sus días...

La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al hada regresar al lago y expulsar a los seres malvados, pero cada noche lloraba la ausencia de su fiel Sombra, pues de aquel firme y generoso compromiso surgió un amor más fuerte que ningún otro. Y en su recuerdo, queriendo mostrar a todos el valor de la lealtad y el compromiso, regaló a cada ser de la tierra su propia sombra durante el día; pero al llegar la noche, todas las sombras acuden el lago, donde consuelan y acompañan a su triste hada.

LA MONEDA MILAGROSA, por David Hernández (411)

Hubo una vez un hombre bondadoso y rico que tenía 100 años de edad y como ya se sentía muy cansado pensó dejar a cargo de sus cosas a alguna persona inteligente y honesta. Meditando un día su decisión y las ganas que tenía de no equivocarse en ello, un buen amigo le dio un consejo:


La próxima vez que vendas algo, cuando des el cambio, entrega como por descuido la moneda del menor valor. Aquel que te la devuelva sabrás que es honrado.

El hombre rico agradeció el consejo, y pensando que era una buena idea y sencilla de realizar, decidió ponerla en práctica. Lo que no contaba era que uno de los presentes, un vecino que le envidiaba enormemente, contrató a una bruja, a quien le encargó encantar las monedas que poseía el anciano para que cualquiera que las mirara, viera en ella aquello que más quisiera en el mundo. Confiaba en que nadie devolviera la moneda y el viejo se llegara a desesperar, y entonces dejaría a un sobrino suyo administrar todos sus negocios.

Todo resultó según lo planeado, y ni uno solo de los que hablaron con el anciano fue capaz de devolver la triste moneda. Casi rendido en su intento por encontrar a alguien honrado, su envidioso vecino aprovechó para enviar al sobrino advirtiéndole que devolviera la moneda. El sobrino fue decidido a hacerlo, pero al ver la moneda, vio en ella las posesiones preciadas de su tío, y creyendo que todo lo que le había contado era un engaño, se marchó con su inútil moneda y su avaricia.

El anciano, deprimido y enfermo, decidió llamar a sus sirvientes antes de morir, y les entregó algunos bienes para que pudieran vivir libremente cuando él no estuviera. Entre ellos se encontraba uno muy joven aún, al que entregó una de aquellas pequeñas monedas por error. El joven, puro de corazón, vio en lugar de la moneda una poderosa medicina que curaría al pobre señor, pues aquello era lo que más quería en el mundo, y según la vio, entregó la moneda de nuevo diciendo:

"tome, señor, esto es para usted; seguro que con esto se sentirá bien".

Y cuál fue el caso, que aquella simple moneda actuó como una cura, pues el anciano brincó de alegría al haber encontrado por fin alguien honrado, y le llenaba de gozo comprobar que siempre había estado en su propia casa. Y entonces, el joven sirviente pasó a administrar con gran justicia, generosidad y honradez todos los bienes del señor.

FIN

EL PEQUEÑO CAZADOR, por Alejandro Angelino (411)

En una lejana aldea rodeada de un bosque profundo y desconocido para la mayoría de los habitantes, Patrick, un valiente cazador de a penas diez años, sobresalía de los demás pequeños por su tan positiva actitud y su excelente fama de cazador. Cada viernes, como era la costumbre familiar, salía con su padre a cazar animales para comer el resto de la semana. Su padre, un hombre eminentemente estricto pero realmente justo, intentaba educar a su hijo de la manera que él creía más conveniente, esto es, a través de duras lecciones, de estrictas recomendaciones y de buenos regaños. Patrick, en cierta medida, cansado por tan estricta educación, pues para ser un chico de diez años, lo último que quería era aprender de la vida, para enfocarse al juego y la diversión como todos los chicos de su edad. A la hora de cazar, ambos, padre e hijo, usaban cascos para protegerse durante el recorrido, ya que si algo salía mal, el casco les protegía en buena medida. El viernes que Patrick aprendió su lección más grande para la vida, no fue un viernes normal, fue un día duro para el pequeño que sin embargo enfrentó como un verdadero cazador. Resulta que Patrick quería quedarse a jugar con sus amigos y por ese día no pretendía salir a casar con su padre. Ya reunido con el resto de los chicos, a Patrick se le ocurre la tan mala idea de recomendar un juego nuevo que según él había inventado. Seleccionó a un niño de complexión similar a la de él, le puso el casco de cazador y lo envió donde estaba su padre esperándolo para la caza y ya Patrick había recomendado a su amigo que hiciera lo que el adulto le recomendara. El pequeño confundido, no obstante, aceptó participar en tan raro juego. Pasadas un par de horas, Patrick recordó su primera experiencia como cazador y sabía que alguien sin pericia que fungiera como cazador podría salir gravemente herido. En ese momento vinieron a su mente las lecciones sobre la honestidad que su padre le mostró y Patrick supo que su amigo corría peligro y que el mismo Patrick había sido quien le había colocado en tan tremenda situación. Corrió tan rápido como pudo para llegar a donde él suponía estarían su padre y su amigo. Su sorpresa fue que ellos, padre y amigo, jamás se habían adentrado al bosque porque el padre de nuestro pequeño cazador sabía que Patrick no permitiría que algo malo le sucediera a su amigo. Patrick confesó todo y disculpándose con ambos prometió siempre actuar con honestidad y con todos los principios que su padre le había inculcado.

sábado, 13 de marzo de 2010

¿Sociedad?

Cuando sientes que tu entusiasmo, tu fuerza y tus trabajos cotidianos han sido utilizados para fines individuales: dejas de pertenecer a la sociedad, te desprendes, te alejas, te ensimismas, te contraes.

No jalen que descobijan

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