martes, 24 de noviembre de 2009

Grupo Derechos Fundamentales Facultad de Derecho UV

Derechos Económicos, Sociales y Culturales

No podemos permanecer impávidos ante circunstancias tan elementales como el derecho al desarrollo, el cual, debe de continuar en la agenda internacional y nacional en un primer plano, lo anterior, para que se cumplan condiciones igualitarias y dignificantes para la persona humana.

Los derechos fundamentales clasificados como Económicos, Sociales y Culturales sitúan al hombre frente al Estado para exigirle que se cumplan con ciertas obligaciones de dar y hacer, es decir, buscan que el Estado de forma activa procure, promueva, garantice, provea y cumpla con ciertas condiciones para satisfacer las necesidades básicas de toda persona humana, como individual o como colectiva.

Para comprender esta categoría de derechos se propone tratar de entender la propia naturaleza humana, tarea bastante intrincada en sí misma, sin embargo, desde una perspectiva biológica y filosófica tenemos que los derechos Económicos, Sociales y Culturales engloban una serie de necesidades básicas y comunes para todo individuo, tan simples como alimentarse, trabajar, mantenerse saludable, aprender y trascender. El escenario parece, aparentemente, demasiado simple de enunciar y comprender, sin embargo, la verdadera problemática radica en su construcción, verificación y observancia al interior de cada Estado.

Las necesidades básicas para el desarrollo de toda persona puede ser comparada y desde una perspectiva tan simple como la serie de cuidados que un recién nacido requiere para su subsistencia, los cuales, necesariamente provienen de un tercero, pues él mismo no puede suministrarse alimento, vestido, salud o educación sin la intervención de otro. Por tanto, a modo de símil, si trasladamos dicha relación de dependencia del individuo con el Estado para la satisfacción de sus necesidades primarias, las cuales, le convierten per se en un ser gregario y sociable, tenemos algunas de las razones por las cuales se establece o justifica dicha relación. Tales razones han sido motivo de distintos estudios en diversos momentos y desde diversas ópticas, por ejemplo: en la historia, la sociología, la antropología, la psicología, la biología, la política y el derecho; todas ellas han buscado desentrañar la naturaleza, necesidad y evolución del vínculo: individuo-Estado, así como, esclarecer el punto teórico de equilibrio en dicha relación.

Si bien es cierto las complejas aproximaciones develadas por cada una de las diversas disciplinas para la comprensión de la relación individuo-Estado han llevado a las diversas áreas del conocimiento citadas por diversos caminos y explicaciones, también lo es que tenemos un terreno común para todas: los derechos humanos, pues es allí en donde se logrará esbozar con mayor amplitud la comprensión las respuestas prácticas de la propia humanidad y naturaleza humana. Lo anterior se enuncia, en razón de que de alguna u otra forma, todas y cada una de las disciplinas humanísticas, sociales y políticas buscan proteger de cualquier forma sustentable y desde cualquier óptica, el desarrollo integral de la persona humana en la búsqueda de la legítima supervivencia como especie en lo general y en la búsqueda de felicidad, el bienestar y la trascendencia del individuo, en lo particular.

Por tanto, tenemos, que la problemática de estudio de los derechos económicos, sociales y culturales no se encuentra en un único terreno ni cuenta tampoco con una única solución a las muy variadas problemáticas regionalistas que se presentan en cada Estado.

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